Desde hace varios años se ha venido insistiendo en diversos foros académicos y multilaterales en la necesidad de diseñar mejores instrumentos de medición de la actividad económica. A este respecto, se ha acuñado el término “PIB verde”, indicador que busca ajustar el valor de la riqueza creada a partir de la consideración de los efectos de la actividad productiva sobre el agotamiento y la degradación de los recursos naturales.
En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía ha venido haciendo este tipo de ajustes y recientemente reportó que durante 2011 el costo económico que se tendría que asumir por los daños ambientales fue del 6.9% del PIB; este rubro es equivalente a los gastos por el agotamiento de los recursos naturales y la degradación ambiental, que ascendieron a 983.9 miles de millones de pesos.
FUENTE CONSULTADA: El Financiero, La Crónica de Hoy, El Economista, Reforma, febrero 6, 2013.
Noticiero Ciudadano 